La higiene en un centro de estética constituye un concepto esencial y básico. Además, estos establecimientos y clínicas han experimentado un fuerte auge, por lo que resulta, si cabe, más relevante que prioricen sus medidas higiénicas.
¿Cómo es la higiene de un centro de belleza?
Salud y estética son conceptos cuyos efectos positivos están correlacionados. De manera que los tratamientos que se realizan en las clínicas que se dedican a ellos no pueden verse complicados por la falta de higiene.
Los centros estéticos pueden recurrir a los materiales que suministran los proveedores de productos de belleza y consejos que se van a desgranar en las siguientes líneas.
Recomendaciones para mantener la higiene oportuna en el lugar de trabajo
Cada centro laboral cuenta con sus correspondientes normativas, de obligado cumplimiento, en materia de prevención de riesgos. En este sentido, los destinados a los servicios de estética y belleza han de destacar por una mayor observancia y escrupulosidad.
Limpieza contra las bacterias
En primer lugar, hay que recordar que los centros de estética son recintos en los que se pueden concentrar, por el constante trasiego de personas y las actividades que se realizan, microorganismos patógenos, tales como bacterias o virus. Estos organismos, solo visibles con microscopio, son los causantes de enfermedades infecciosas muy diversas y de gravedad variable.
Por lo tanto, resulta fundamental recordar cómo pueden, en diversas fases, ser combatidos. En primer lugar, hay que proceder a limpiar con agua y un producto químico o jabón los objetos utilizados. Este paso no erradica los agentes patógenos, pero acaba con sus restos visibles. De forma que prepara la superficie para el siguiente estadio: la desinfección.
Desinfección de los útiles de trabajo
Por la desinfección pasarán los artilugios metálicos y plásticos. Hay que tener en cuenta que los porosos (piedra pómez, algodón, limas de uñas, etc.) deben ser desechados tras un solo uso. La desinfección, por su parte, se llevará a cabo con un producto homologado y siguiendo escrupulosamente las instrucciones.
Esterilización de los materiales
La última fase de este esquema de higienización es la esterilización. Aunque no sea obligatoria en todos los locales de estética, sí que resulta altamente recomendable. Consiste en la destrucción de cualquier forma de vida microbiana mediante la aplicación de presión y calor por parte de un autoclave.
Por último, vale la pena valorar y, sobre todo, poner en práctica determinadas recomendaciones tendentes a optimizar la higiene de un centro de estética.